¿Volveré a tener esa sensación? Ese momento en el que ya no queda nada para las vacaciones. En la oficina la mitad de tus compañeros, al igual que tú, también tienen esa sensación. El resto volverá mañana, “pringaos…” Qué bonito es ese momento, en que repartes envidia en los grupos de whastapp a tus amigos que no están igual que tú, y a los que sí lo están no paras de mandarles “gilipolleces”… vaya fotos como esta. Cuando por fin te vas de vacaciones.
El éxito sólo se consigue saliendo de la zona de confort. Una frase que en los últimos años he escuchado, leído, me la han explicado profesores… ¿salirse? ¿de dónde? ¿confort? ¿éxito?
Estoy en paro, sí en paro. ¿se puede considerar salirse de tu zona de confort? No tengo ni idea. Si confort es tener un trabajo, con un salario, en una oficina (¿zona?) y tener una rutina aparentemente estable… pues entonces me he salido, creo. No sé.
La verdad es que quiero escribir, me apetece ( a ver cuánto me dura). Sí, por eso he montado mi blog, es personal, aunque no pretendo contar en él mi vida. Quiero que sea un blog donde compartir reflexiones de cosas, conceptos que estoy aprendiendo o con los que he trabajado. Pero como aún estoy pensando la estructura que va a tener… considero interesante (para mí básicamente) hacer este primer post personal sobre mí y sobre mi ahora.
Ahora mismo dispongo del capital más valioso del mundo: tiempo. Qué bonito, es estupendo, todos lo deseamos, pero… es también ¿aterrador? ¿espantoso? ¿espeluznante? ¿enloquecedor?… Antónimos: encantador, agradable, alegre, tranquilizador. Vale me quedo con NO tranquilizador.
Leyendo artículos y reflexiones he encontrado lo siguiente: “ a estar parado hay que aprender”. Pues en ello ando. No quiero desperdiciar mi tiempo. Cuando estaba trabajando siempre pensaba, si tuviera más tiempo haría… claro pero con el trabajo, el horario que tengo, preparar el tupper para mañana, lo cansada que llego, no puedo. Ahora lo pienso y son excusas, pero ojo ¿y si ahora que tengo tiempo no consigo hacerlo tampoco? Creo que me ha invadido la tristeza, acostumbrada a las obligaciones del día a día durante años, tengo que saber diferenciar a no perder el tiempo. Que el tiempo no se recupera, el dinero sí. Eso espero. Y como he leído por ahí, dedicar tiempo solo a hacer cosas agradables, no nos hace felices. Necesitamos también darle dirección y sentido a lo que hacemos.
Llegado este momento, pienso, bueno y qué hago. Buscar trabajo sin tenerlo claro, sin saber bien qué proyecto será el siguiente, tiene un riesgo enorme. Puede ocurrir que al final otro/a acabe imponiendome su proyecto. Y entonces habré perdido el tiempo ¿por qué abandoné la zona de confort? (bueno esto tiene un añadido que no voy a contar aquí)
Hasta esta sensación no tranquilizadora debe tener una estructura, más o menos lo estoy intentando. Me sigo levantando temprano, desayuno a la hora de todos los días, voy a clases de inglés, intento cocinar sano, reviso las redes sociales. Ojo, que lo hago para bien. Las redes sociales son una perdida de tiempo si no sabes para qué las usas. Y además intento no perder la capacidad de atención con ellas, menos cuando leo a la “vecina rubia” (es que me “meo” con ella) o miro instagram sin mucho sentido. Por lo demás lo estoy haciendo bien, o eso creo. De hecho estoy con mi blog. Estructura (en ello ando), proyectos y buenos hábitos.
Ojo, que no pienso pecar más y decir “Sí, yo voy contigo. Total no tengo nada que hacer, si lo que tengo es tiempo”. Eso se acabó, estoy creando mi nueva etapa, estoy trabajando en ella. Trabajando. El paro para mi es una oportunidad porque me ha tocado el euromillón del tiempo.
Y creo que sí, volveré a tener esa sensación. En ello ando.
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